El cuarto poder según Diego J. García Molina


El cuarto poder flojea

Hace unos días la vicepresidenta del gobierno, la socialista Carmen Calvo, declaró que «cuando quienes quieren [que] la política sólo sea un combate inútil de cosas que a nadie le importan. Pongamos Venezuela. Pongamos Venezuela»; puesto que a mí sí me importa el amargo destino de los venezolanos hablemos sobre ello. No hace falta volver a insistir sobre la grave crisis económica, política y de derechos humanos que ha provocado que “las personas salgan del país para huir de la violencia, la inseguridad y las amenazas, así como la falta de alimentos, medicinas y servicios esenciales. Con más de 4 millones de venezolanos (y venezolanas) que se encuentran viviendo en el exterior, la gran mayoría en países de América del Sur, este es el éxodo más grande en la historia reciente de la región”. No lo digo yo, lo dice con palabras textuales la agencia de la ONU para los refugiados. Las cifras oficiales son de más de 4,7 millones de inmigrantes dispersos en diferentes países, uno de ellos el nuestro.

El problema principal que percibo es el intento que realiza el gobierno por desviar el foco de la atención mediática de este asunto en vez de apoyar una solución que recobre la libertad para esta nación. Tras el turbio affaire de la visita a España de la vicepresidenta de la dictadura, acusada de violaciones de los derechos humanos en la represión realizada sobre su propio pueblo, algo en las diferentes explicaciones ofrecidas no encaja. Cumplió su objetivo desembarcando 40 maletas sin pasar ningún control ni filtro aduanero; visto el contenido (lingotes de oro puro) de una avioneta interceptada hace unos días en Aruba procedente también de allí no es muy probable que llevara ropa, y sea más factible la versión de los opositores a Maduro que informa de dinero, divisas y documentos.

Algo huele a podrido aquí, algo se nos oculta y es terrible que sea nuestro país, que se las da de solidario, humanista, demócrata y comprometido con las libertades (me refiero a la sociedad en general) precisamente el que esté siendo el principal apoyo de este régimen sanguinario ante la indiferencia general. Los más de 40 viajes a Venezuela de Rodríguez Zapatero no pueden ser ya casualidad, y más cuando siguen saliendo noticias sobre los trapos sucios del embajador en el país sudamericano en el tiempo que fue presidente del gobierno esta persona. Se le han detectado cuentas bancarias millonarias en Suiza y también en otros paraísos fiscales. El juez Santiago Pedraz, investiga una trama de corrupción en transacciones comerciales internacionales, blanqueo de capitales y delitos fiscales en el supuesto saqueo a la petrolera estatal venezolana PDVSA. Parte de ese dinero se destinó a pagos a políticos portugueses. Veremos si sale también algo de nuestro país, todo muy feo. No es presumible que esta persona urdiera toda esta trama en solitario. Somos, además, quien está rompiendo el consenso sobre este tema en la Unión Europea y, por tanto, obstaculizando el proceso democratizador que hace poco más de un año inició Juan Guaidó, arriesgando su propia integridad física como vimos hace unos días con la agresión a su persona y acompañantes en el propio aeropuerto. Una pena, la historia se repite, aunque con diferentes actores.

El otro obstáculo relacionado es la complicidad de los medios de comunicación y la indolencia de la opinión pública, que es la que al fin y a la postre marca la agenda y el interés de las agencias de información, y de forma indirecta, de los partidos políticos. Y no solo por Venezuela, también por las matanzas de cristianos en el África negra, los palestinos abandonados por el resto de países árabes por sus propias preocupaciones e intereses, la eterna dictadura comunista cubana o coreana, Irak, Siria, u otras zonas azotadas por las guerras desde hace años. Es digno de recordar la reacción de George Orwell al comprobar la indiferencia de la prensa británica ante la batalla de Varsovia (en la que las tropas soviéticas permanecieron pasivas a las puertas de la ciudad durante meses ante la aniquilación de la resistencia polaca por parte de los nazis, casi 200.000 personas perecieron, la mayoría de ellos civiles ejecutados tras aplastar el levantamiento): «Ante todo, un aviso a los periodistas ingleses de izquierdas y a los intelectuales en general: recuerden que la deshonestidad y la cobardía siempre se pagan. No vayan a creerse que por años y años pueden estar haciendo de serviles propagandistas del régimen soviético o de otro cualquiera y después volver repentinamente a la honestidad intelectual. Eso es prostitución y nada más que prostitución». El llamado cuarto poder flojea y ha perdido su afán investigador y de denuncia. Los grandes grupos mediáticos solo piensan en no molestar mucho al gobierno de turno, es una meretriz al servicio del poderoso.

Es hora de que la prensa deje de ser cómplice y ocultar estas atrocidades en tantos lugares. Deben machacar a diario con datos e informaciones veraces, no debemos dejar que se caiga en la monotonía y nos resbale la desgracia de nuestros semejantes. He estado en varias concentraciones y actos en apoyo a la oposición venezolana por lo que tengo algunos conocidos de este país. Es muy triste ver a algunos llorar por estar lejos de su tierra, no tener noticias de amigos o familiares, o incluso peor, tenerlas y que sean fatales. Hace unos años los españoles estuvimos en la misma situación, nos falta empatía. No se trata, a estas alturas del conflicto, de una lucha política entre izquierdas y derechas, u otros posicionamientos; en la amalgama de partidos políticos de la oposición venezolana algunos son de izquierdas, incluso alineados en la internacional socialista, como el de Leopoldo López. Es una lucha entre tiranía y libertad, dictadura y democracia, asesinos y víctimas. De nosotros depende, demostrar que sí nos importa.

 

 

One thought on “El cuarto poder según Diego J. García Molina

  1. Carmelo Ruiz

    Pobres emigrantes venezolanos que huyem de su pais a España con grandes fortunas, afincados una gran mayoria de ellos en el barrio de Salamanca de Madrid (uno de los mas caros de pais) pero que le den por culo a los refugiados y migrantes africanos o Siria huyendo de guerras y hambruna real.

Responder a Carmelo Ruiz Cancelar la respuesta