La dura prueba consiste en acumular los 8.848 metros de desnivel (la altura del Everest) en una única salida en bicicleta
Crónicas de Siyâsa
8.848 metros. Para muchos de nosotros es un número más. Para otros, tienen un significado especial, pues hablamos de la mayor altitud que una persona puede alcanzar por sus medios naturales, y para ello debería escalar el monte Everest. Es debido a esto que el reto Everesting adquiere su nombre.
La idea es muy simple en la teoría. Se trata de acumular los 8.848 metros de desnivel. Es decir, la altura del Everest, en una única salida en bicicleta. En la práctica es donde los sueños se desvanecen y se ha de demostrar la fortaleza física y mental de cada uno.
Y este es el reto que ha realizado el ciezano Rubén L. Quijada, bombero de profesión, antes de su llegada de la prueba Haute Route Alps, en Francia, donde se reúnen ciclistas de cada rincón del planeta, compitiendo durante siete días, recorriendo un total de 755 kilómetros, y acumulando un desnivel positivo de 21.000 metros. Además, se compite a una media de 1.500 metros de altitud, por lo que la dureza de dicha competición aumenta. Es por ello que está catalogada como la prueba más dura del mundo por etapas, siendo como un mini tour de Francia para aficionados, ya que transcurre por los puertos más emblemáticos de la mítica carrera francesa.
Rubén L. Quijada llevó a cabo el reto Eversting el 14 de febrero. Eligió dicha fecha, pese a que le recomendaron porque las temperaturas no eran idóneas, para homenajear a su hija en el día de su noveno cumpleaños.
El deportista ciezano eligió la ascensión de La Fuensanta, el conocido Puerto de la Cresta del Gallo. Una corta subida de 4,9 kilómetros, pero intensa y con rampas del 10%, del 12% y en algunos tramos hasta del 14%. Durante el desarrollo de la prueba sufrió dolores desde el principio en ambas rodillas, debido al frio en las bajadas, siendo la derecha la que le produjo muchas molestias, realizando las últimas ascensiones con fuertes dolores.
Todo esto no supuso problema alguno, ya que, según matiza el ciezano, “en este tipo de pruebas se trabaja más la fortaleza mental y el conocerse a uno mismo, aparte del estado físico”.
Para completar los 8.848 metros de altitud, tuvo que recorrer una distancia de 241 kilómetros en un tiempo de 16 horas y 32 minutos, con una velocidad media de 14,5 km/h y terminando a la 01:43 horas de la madrugada.
Durante el recorrido estuvo acompañado de sus compañeros de profesión, desplazándose miembros de diversos parques de bomberos como los de Cieza, Jumilla, Alhama, Orihuela, así como los que le daban apoyo desde las plataformas deportivas de bomberos a las que pertenece. Por ello, quiere agradecer a sus compañeros que se acercaran para ir turnándose durante el día y la noche, dando las gracias, en especial, a Alberto Dato, Sergio, Salvador Seguí, Jesús Santa y José A. Gomiz y a Yeyu y Marisa por el apoyo logístico. Además, mostró su agradecimiento a su entrenador Manolo Egea y al médico Daniel Lucas.