El filial grana se impuso por la mínima, con un solitario gol de Yeboah, a un líder que no encontró fluidez durante todo el encuentro
Crónicas de Siyâsa/José Bermúdez/L.O.
Este final de año se le está haciendo cuesta arriba al Cieza, ya que no está encontrándose fino ante unos rivales que le han tomado la matrícula y saben cómo jugarle para que no se encuentre cómodo. Encuentro tras encuentro le cuesta mucho anotar, desvaneciéndose su juego, una y otra vez, sin que se materialice ninguna ocasión de gol. Así le ocurrió ante el Real Murcia Imperial para acabar hincando la rodilla (0-1).
Desde el pitido inicial se intuía que el equipo capitalino no estaría por la labor de un juego electrizante, realizando un planteamiento conservador y dejando al conjunto espartero todo el peso del encuentro, el que salvo una ocasión clarísima de gol en los primero minutos, poco peligro llevaba a la portería defendida por Vassilev. En la única ocasión en la que los pupilos de Cuéllar llegaron al área espartera, Yeboah se adelantaba a la defensa local anotando el que sería a la postre el único tanto del encuentro. Mazazo para el equipo ciezano, que no sabía ni como le había llegado el gol ni como sobreponerse.
Con este panorama se llegaba al descanso, donde a buen seguro Despotovic exigió a los suyos sacrificio, entrega y lucha con el fin de que pudieran darle la vuelta al marcador y poder despedir el año en La Arboleja como líderes de la categoría. Nada más lejos de la realidad, una segunda parte que se convirtió en un déjà vu, un quiero y no puedo de un Cieza sin ideas que no inquietaba a la zaga capitalina, unas veces por falta de juego y otras imposibilitado por las insistentes e infructuosas luchas contra las decisiones arbitrales, muy controvertidas en una segunda mitad que concluyó sin alegría local.