El CD Cieza no gana (2-0) ni cambiando al entrenador

   Imagen de archivo

Los esparteros dejaron escapar un punto en el último tramo del partido y se asoman al abismo

Javier Gómez

MURCIA IMPERIAL: Enrique, Iván, Escribano, Vegas, Pablo Martínez, Meseguer (87’ Paredes), Olano, Lázaro, Silvente, Javi Legaz (82’ Villalba)  y Ripoll (64’ Santi)

CD CIEZA: Adrián, Sergio, Javi Parralo, Hernán, Valentín, Juanjo Jiménez (50’ Ñico), Pelé, José María (77’ Juanjo Moreno), Rubén Ródenas, Pepón (44’Gato) y Salinas

GOLES: 1-0 (75’ Javi Legaz p.); 2-0 (81’ Santi)

No hay manera. No funcionó el revulsivo esperado por la directiva. El cese de Antonio Calatayud, sustituido provisionalmente por Miguel Ángel, delegado del Cieza, no dio los resultados esperados. Así que no se hizo efectiva la máxima futbolística de “a entrenador nuevo, victoria segura”, aunque en este caso todavía no hay entrenador definitivo. Se está a la espera de tramitar la ficha de Pascual Nicolás para que tome las riendas del club. Además, la jornada no pudo ser más nefasta para los esparteros. Sus rivales por la permanencia ganaron, y ahora se abre una brecha de 5 cinco puntos entre el CD Cieza y la salida del descenso. Negros nubarrones se vuelven a cernir sobre la cabeza del equipo de La Perla del Segura.

La salida a la capital murciana era complicada. El filial murcianista es un equipo joven, con hechuras y la ambición propia de la edad. Empezó el partido de manera intensa, con ataques sucesivos de ambas escuadras. Los esparteros eran conscientes de lo que había en juego. La pelota fluía pero no había un dominador claro. La alternancia fue la tónica de la primera mitad.

El CD Cieza dispuso de sus bazas en dos remates del killer Rubén Ródenas y otro de José María, que no encontraron el fruto perseguido. El filial murcianista tampoco se arrugaba y Adrián tuvo que emplearse a fondo en dos ocasiones para evitar que el Murcia Imperial tomara ventaja en el marcador. Así que tablas al descanso y a refrescar ideas en la ducha.

La segunda mitad llevaba el mismo guión que la primera. Las ocasiones se sucedían en ambas áreas y parecía evidente que el primero que aprovechase las suyas se haría con el choque. Avisó a los tres minutos de la reanudación el filial, estrellando un disparo en el travesaño de Adrián. Luego fue Gatiko quien pudo desequilibrar la balanza para el lado espartero, en el 58. Acto seguido, cuatro minutos después, fueron nuevamente los capitalinos quienes rozaron la gloria.

Y cuando faltaba un cuarto de hora para la finalización del encuentro, cuando parecía que el CD Cieza sería capaz de sacar un resultado positivo como visitante, justo entonces, cambió todo para los esparteros. El colegiado decretó penalti contra el Cieza, que transformó Javi Legaz.

El escenario había cambiado radicalmente para los intereses ciezanos. A la desesperada, con más corazón que juego, se volcaron los visitantes a por el tanto del empate. Un tanto que nunca llegó. Todo lo contrario, a falta de nueve minutos para la conclusión Santi provechó una contra para sentenciar el duelo y ponerle la puntilla a los esparteros. Ya no había tiempo para heroicidades de un equipo al que no le acompaña ni el juego ni la suerte.

Los esparteros no han sido capaces de aprovechar el factor campo de los tres últimos encuentros, y en la primera salida han vuelto a caer derrotados. Calatayud fue cesado y se ha vuelto a abrir una brecha con la salvación cuando se ha llegado a acariciar con los dedos. La situación es muy peligrosa, aunque el CD Cieza ya se ha visto esta temporada en la misma y supo salir a flote, a expensas del último paso. Ya no hay margen de error. Todos los partidos serán finales. La esperanza aún tiene cabida en el corazón de un equipo al que no se le puede achacar falta de esfuerzo. Mañana tienen la posibilidad de enderezar el rumbo en La Arboleja ante el Águilas, uno de los gallitos de la categoría. No será sencillo, pero tampoco imposible. La Arboleja debe convertirse en un fortín si se pretende sobrevivir.

 

 

 

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