EL XXV ANIVERSARIO DEL MUSEO DE SIYÂSA
El 12 de mayo de 1999 se hizo realidad un anhelado sueño que tenía como objetivo revitalizar y poner en valor la cultura, el patrimonio y la historia de Cieza. En dicha fecha se inauguró el Museo de Siyâsa, en la misma edificación que albergó el Casino de la localidad y cuyas paredes, si pudieran hablar, nos podrían relatar numerosos eventos acontecidos en el municipio y especificar cómo fue la sociedad ciezana durante el siglo XX.
La cultura y el patrimonio histórico de Cieza son espléndidamente fructíferos para una población de tamaño, relativamente, modesto. El antiguo Museo Municipal, situado en la calle Cadenas, se quedó pequeño para albergar todos los descubrimientos que se iban sucediendo merced a nuestra añeja historia: el yacimiento de Siyâsa, una joya de la época andalusí; los yacimientos de la Cueva del Arco y de la Cueva de la Serreta, ambos lugares declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO por sus pinturas rupestres; y el yacimiento de Bolvax, muestra de las culturas ibérica e hispanorromana y que han recibido el sello cualitativo de Bien de Interés Cultural. En definitiva, un magnífico patrimonio que abarca temporalmente miles de años y distintas épocas históricas y que solicitaba, fervientemente, potenciarse y salir a luz.
Actualmente, el Museo de Siyâsa está celebrando su 25 aniversario con una espléndida programación, porque se ha convertido, merecidamente, en un referente en la Región de Murcia. De hecho, durante estas dos décadas y media que han transcurrido desde su creación, el museo ha recibido a 441.462 visitantes y ha albergado 548 exposiciones temporales.
Estos datos reflejan a la perfección el hito logrado gracias al enorme trabajo y esfuerzo que se ha realizado y que se sigue llevando a cabo. En este punto cabe destacar la figura de Joaquín Salmerón Juan, director del museo y del Servicio de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Cieza, que lleva batallando contra todo tipo de adversidades, desde hace 37 años, para ofrecer al mundo nuestras innegables riquezas culturales, patrimoniales e históricas. Y lo ha conseguido; pero siendo conscientes de su carácter, fortaleza y vocación científica estamos convencidos de que continuará con su loable labor.