Editorial

EL PUENTE DEL ASENSAO

La remodelación del Puente del Asensao ya está en marcha. Se ha firmado el convenio pertinente entre ADIF y el Ayuntamiento de Cieza y se prevé que las obras comiencen a finales de este año.

Ha costado mucho esfuerzo, y lleva retraso con respecto a cuando estaba planificado que se hiciese por parte Gobierno municipal. La burocracia y, sobre todo, que no dependa del ámbito municipal influye, y mucho, en los tempos pensados desde el consistorio. Pero es un logro que viene a solucionar un problema endémico de la localidad.

Esta es una arteria importante de la circulación de Cieza en la que desgraciadamente se han producido accidentes, y que además era reclamada por los empresarios y trabajadores de los polígonos industriales del municipio y también de los usuarios.

Según esta plasmado en el convenio se mantendrá el doble carril de circulación, pero debido a la ampliación de la sección de anchura, que persigue evitar la angostura existente y, por tanto, los accidentes, también se añadirán dos carriles para ciclistas y una acera peatonal.

Este hecho es de especial relevancia práctica para que Cieza siga creciendo como ciudad, ya que las carencias históricas de la localidad deben ser subsanadas, que es precisamente lo que demandan los vecinos y vecinas a sus gestores, pues para eso los han votado. Además (y de ahí parte la dilación), será el Ministerio de Transporte e Infraestructuras el que pague la nueva infraestructura casi en su totalidad, ya que de los 923.000 euros del presupuesto  de la misma el Ayuntamiento de Cieza deberá pagar solo 3.000 euros.

Por tanto, se solucionará un problema sin que el coste repercuta en las arcas municipales. Exactamente eso es lo que desean los habitantes de Cieza, que sus gestores se encarguen paliar sus necesidades.

Por otro lado, en el ámbito social y cultural del municipio, ya es latente el influjo de la Semana Santa. Estamos en vísperas de la misma y todo apunta a que, después de dos ediciones sin poder celebrarse debido a la pandemia, podrá ver la luz en toda su magnificencia, tal y como es deseada por miles de ciezanos y ciezanas, que han logrado que perviva y esté tan arraigada entre nuestras costumbres. Ya se huele el incienso. La Semana Santa de Cieza impregna el ambiente. Deseamos que todo discurra con normalidad; la sociedad ciezana lo necesita.