LA INACCIÓN Y LA PARÁLISIS GUBERNAMENTAL DE CIEZA
El Gobierno de Cieza, después de que hayan transcurrido tres meses de la ruptura del pacto entre PP y Vox, prosigue en el Ejecutivo; pero no gobierna, ya que está en minoría. Actualmente, el Gobierno de Cieza solo mantiene el apellido (de Cieza), porque el nombre (Gobierno) no lo ejerce. La práctica real, y eficiente, de este apellido, por el momento, ni está, ni se la espera.
Se mantienen los presupuestos de 2022, los últimos que elaboró el PSOE, cuando se cumple un año de legislatura en el que no se ha aportado nada positivo para el progreso de Cieza. Ante esta disyuntiva, cabe reflexionar qué sentido tiene que el PP siga ostentando la alcaldía. Un Gobierno que no puede desarrollar su programa político (que está basado en la elaboración de unos presupuestos propios, lógicamente) no aporta absolutamente nada a la ciudadanía y, por supuesto, a sus votantes. En cualquier Gobierno nacional esta sería la principal causa de una convocatoria de elecciones. Sin embargo, en el ámbito municipal, esta opción no está contemplada legalmente.
Tomás Rubio continúa gobernando en minoría, y sin visos de encontrar apoyos, algo que, lógicamente, redunda negativamente en el desarrollo de la localidad. Y la consecuencia es la parálisis del municipio y el consiguiente perjuicio para Cieza.
Por otra parte, el nuevo bloque de oposición (PSOE y Vox) no ha ofrecido ninguna alternativa viable. La partida de ajedrez, tras el enrocamiento del alcalde y su partido, es proclive a que ambas formaciones estudien, cautelosamente, sus estrategias, mientras continúa la inacción que posibilite el desarrollo de la localidad.
En esta encrucijada que atraviesa la política ciezana es prioritario tener altura de miras y actuar en aras del bienestar de la ciudadanía. Es decir, o se gobierna con estabilidad, evitando la parálisis del municipio, o se da un paso atrás. No existen más opciones.
Los ciezanos y las ciezanas se merecen respeto y, sobre todo, que sus representantes actúen intentando lograr su bienestar, ya que para ello fueron elegidos.