Editorial

LA NEGATIVA DEL PACTO DE GOBIERNO PARA CIEZA

No habrá pacto de gobernabilidad para Cieza y, por tanto, la localidad continuará paralizada institucionalmente y sin que se lleven a cabo los proyectos que son tan necesarios. Tomás Rubio rechazó tajantemente el ofrecimiento que le hizo el PSOE. Indignado, declaró que no entregaría la alcaldía a un Gobierno socialista que “utiliza las mismas tácticas chantajistas de Pedro Sánchez”. Sin embargo, la alternancia en la alcaldía propuesta por el PSOE no es algo que haya salido del dictado del presidente de España (un alcalde debería saber diferenciar entre la política nacional y la local para no incurrir en demagogia barata). De hecho, un pacto de similares características ya tuvo lugar en otros municipios de la Región de Murcia entre populares y socialistas. Y también resulta paradójico que el regente se hiciera el sorprendido de que el pacto consistía en una alternancia de poder, sobre todo cuando antes de que el PSOE lo hiciera público en rueda de prensa ya había sido ofrecido anteriormente en privado. ¿Acaso desconoce el significado de la palabra pacto cuando existe una paridad de fuerzas (en este caso de concejales)?

Mientras tanto se siguen perdiendo subvenciones: la obra del colector continúa en el limbo; la suciedad se apodera de las calles; las asociaciones no perciben su dinero; se ha celebrado la peor Feria que se recuerda en años; los niños y las niñas de Cieza carecen de un servicio de urgencias pediátricas tras 15 meses de Gobierno cuando el alcalde prometió en campaña electoral que si resultaba elegido se dispondría del mismo en 24 horas; y un largo etcétera más.

En la actual disyuntiva de la política local, el ofrecimiento de los socialistas era lo más beneficioso para poner en marcha nuevamente el municipio, y también lo más justo, ya que ambos partidos tienen nueve concejales en la Corporación. Actualmente, el PP gobierna en minoría y con su actitud hacia la oposición es harto improbable que ésta apruebe cualquier propuesta del Gobierno local, por lo que Cieza seguirá paralizada.

El momento clave llegará cuando el Gobierno del PP presente sus presupuestos. Si no son aprobados solo cabe la opción de la dimisión del Ejecutivo municipal (que es lo que sucede en cualquier democracia que se precie de serlo), porque un partido que no puede llevar a cabo su programa político, en realidad, no está gobernando. Y no hay que olvidar que ahora están prorrogados los presupuestos de la anterior legislatura. Es decir, que el PP está gobernando con los que dejaron los socialistas; así que no está desarrollando su propio programa.

En esta sinrazón política en la que nos encontramos inmersos es deseable que el Gobierno local encuentre una solución para la ciudadanía ciezana y que, en este sentido, aplique la misma diligencia que ha tenido para denunciar y recuperar (sentencia judicial mediante) las retribuciones salariales que les recortaron desde la oposición.