Editorial

LOS HALLAZGOS DE LA CUEVA DEL ARCO

Cieza es un trocito de tierra de apenas 365 kilómetros cuadrados. Es “el pueblo”, como lo suelen denominar sus habitantes de manera cariñosa, a pesar de albergar a 35.000 personas en su término municipal. Sin embargo, este trocito de tierra posee un patrimonio histórico y patrimonial que ya quisieran poseer otros trocitos de tierra, países y civilizaciones.

Los doctores Ignacio Martín-Lerma y Dídac Román prosiguen sus campañas de excavaciones en la Cueva del Arco, en el idílico entorno de Almadenes, como cada año desde 2015. Y siguen sacando a la luz las maravillas arqueológicas que alberga la cavidad, y estas nunca dejan de sorprender.

En esta ocasión han hallado una importante acumulación de fragmentos de huesos pertenecientes a diferentes especies como caballo, ciervo, cabra o conejo, reflejo de lo que sería una carnicería primitiva de hace más de 20.000 años. Este nuevo descubrimiento se une a las puntas de proyectiles, raederas, cochas, herramientas, fragmentos de hueso de animales y pinturas rupestres que se han ido encontrando anteriormente.

De hecho, el doctor Martín-Lerma afirma que la Cueva del Arco nos seguirá asombrando con los tesoros prehistóricos que tienen cabida en su interior y que todavía no han salido a la luz. Incluso asegura que la cueva situará a Cieza como un referente nacional en el ámbito de la investigación paleolítica.

Por supuesto, es una excelente noticia para este trocito de tierra, tantas veces marginado, que se hace un hueco, por méritos propios, en la Historia, en este caso concreto en la Prehistoria.

No dejan de sucederse los hallazgos históricos importantes en Cieza, ya que hace apenas un mes y medio se tuvo conocimiento del descubrimiento de la muralla cristiana del siglo XV en la Casa de la Encomienda.

Estos descubrimientos, además de poseer un innegable valor patrimonial para el municipio, pueden aportar un tremendo valor para la economía ciezana a través del turismo. Eso sí, siempre velando por la preservación patrimonial ante todo.

También cabe destacar la magnífica labor de quienes descubrieron la Cueva del Arco: el Grupo de Espeleología Almadenes supervisado por el arqueólogo Joaquín Salmerón Juan.

Y es que Cieza, ese trocito de tierra bañado por un sol abrasador donde no paran de surgir las huellas indelebles de nuestros antepasados, posee unas maravillas que se deberían valorar en su justa medida.

 

 

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