Editorial

EL GOBIERNO DE CIEZA SE QUEDA SIN LUCES

La altanería e incompetencia del Gobierno local parece no tener límites. Y es que este año Cieza no tendrá la decoración navideña habitual. Faltarán las luces colgantes en las principales avenidas como la Gran Vía, el Camino de Murcia o la calle Buen Suceso. Este año solo se dispondrá de un árbol navideño de reducidas dimensiones y algunos adornos, situados en distintos puntos, como un ángel, una bola navideña, una campana y unas estrellas. Este hecho, lógicamente, motivó el enfado de la Asociación de Comercio de Cieza, ya que, probablemente, se vean reducidos los ingresos de los comercios en estas fechas navideñas y, por ello, decidieron realizar una manifestación en la puerta del ayuntamiento antes de la celebración del Pleno municipal de diciembre y cerrar los comercios antes de su hora habitual ese día.

La Plaza Mayor se abarrotó de manifestantes (unas 300 personas se congregaron) y exigieron la presencia del alcalde para que les diera explicaciones. Sin embargo, Tomás Rubio, al principio, no hizo acto de presencia y envió a la concejala de Comercio y al edil de Deportes para que dialogaran con los manifestantes.

Finalmente, media hora después, el alcalde acudió, ante las exigencias de los congregados que exigían su dimisión. Pero esa acción fue un error. Un error por su parte debido a la actitud que desplegó: en vez de calmar los ánimos, los incendió. Se encaró con los manifestantes y actuó con prepotencia y altanería, y, posteriormente, se fue sin haber solucionado nada.

Al día siguiente se instaló un pino de reducidas dimensiones en la Esquina del Convento; un hecho que pone de manifiesto la improvisación que adolece el Gobierno de Cieza y los “volantazos” habituales que realiza el regente. El pueblo es soberano y ha hablado; queda por ver si el Gobierno local lo ha escuchado y lleva a la práctica lo que le ha exigido.