Editorial

LA FLUCTUANTE SITUACIÓN DEL COVID-19 EN CIEZA

La semana pasada hubo buenas noticias para la localidad en relación al desarrollo de la segunda oleada de covid-19. Si hace dos semanas casi rozábamos la centena de casos positivos en activo por coronavirus, el pasado miércoles nos encontramos con 73 y se llegó a estar al inicio de la semana en 60. Es un número que deberíamos rebajar más y hacer todos los esfuerzos para hacerlo posible, pero tampoco se puede negar que se produjo una bajada de casos positivos muy relevante, prácticamente una reducción de un 30%. Lamentablemente, este fin de semana han vuelto a repuntar alcanzado los 90 casos activos.

Llegados a este punto es difícil dilucidar cuál fue el condicionante o la causa de esta bajada. Se palpaba en el municipio cierta relajación, en algunos casos excesiva, en relación a la aplicación rigurosa de las medidas higiénicas y sanitarias que impidan el avance de los contagios. No sabríamos definir si estas medidas se están aplicando ahora de manera más efectiva o no, aunque es indudable que debemos seguir por la senda de la precaución. Ahora iniciamos el periodo otoñal y todavía no se sabe si esta época nos afectará de manera negativa para impedir la expansión del covid-19. De hecho, a pesar de la rebaja de cifras, cuatro colegios más de Cieza se han visto afectados por casos positivos de sus alumnos: el José Marín, el Madre del Divino Pastor, el Pedro Rodríguez y el Gerónimo Belda nuevamente.

Estos sucesos, unido a que también comienza el periodo de la gripe estacional, debe mantenernos alertas con el objetivo de frenar la enfermedad y evitar el colapso de la Atención Primaria en los dos centros que existen en la localidad. Por todo ello, rogamos que “no se baje la guardia”. En esta situación tan fluctuante en la que nos encontramos inmersos ya casi siete meses, resulta imprescindible que sigamos manteniendo la calma y seamos prudentes.

En el ámbito político local lo más destacable sucedió en el Pleno Municipal del martes, donde se propuso una rebaja del salario de la concejala popular María Turpín y que, finalmente, se dejó sobre la mesa, ya que el coordinar de IU-Verdes Francisco Saorín solicitó (y el resto del Gobierno apoyó) un informe jurídico “ante la posible incompatibilidad del ejercicio de edil en dedicación exclusiva y la de su trabajo como procuradora”. Además, pidió su dimisión y la devolución de la retribución indebida en el caso de que efectivamente sea incompatible. Fue un tema candente en el Pleno, con momentos de tensión, y que puede acarrear un desgaste político al Partido Popular.

 

 

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