Editorial

EL CIEZANO FERNANDO GALINDO TORMO

El polifacético ciezano artista, fotógrafo y profesor Fernando Galindo ha sido nombrado por la Cofradía de Nuestra Señora de Gracia y Esperanza para ostentar la presidencia de honor de dicha hermandad en su día más grande de la Semana Santa: el Jueves Santo.

De esta forma, la cofradía ciezana reconoce la implicación de Galindo en la Semana de Pasión de la localidad, donde siempre ha colaborado, ya sea en su faceta de cofrade como en la artística con sus fotografías y exposiciones temáticas sobre una festividad muy enraizada en la localidad.

Este reconocimiento que se le otorga es muy merecido. Fernando Galindo es un prohombre ciezano que pasará a la historia de Cieza y que siempre se ha desvivido por su tierra y sus paisanos y paisanas. Pletórico de una vitalidad envidiable, sin desfallecer ante las adversidades, siempre ha procurado expresar las magnificencias de la localidad y situarla en el mapa nacional. Y lo sigue realizando con sus múltiples fotografías de paisajes de Cieza que salen publicadas en diversos medios regionales y nacionales, donde se ha convertido en un asiduo en esta faceta. También lo lleva a cabo retratando sin cesar a nuestros conciudadanos y conciudadanas, aportando un halo entrañable que perdurará en la memoria del municipio: fotografiando lo cotidiano y entrañable. Y, por supuesto, lo realizó siendo el pionero en plasmar la belleza de la floración ciezana, que ha crecido hasta alcanzar cotas inimaginables en su momento.

Fernando Galindo también es un asiduo colaborador de este medio de comunicación, por lo que le tenemos un cariño especial. Sin embargo; este hecho no es óbice para que estas líneas que le dedicamos sean imparciales, porque, en realidad, Cieza le debe muchísimo a una persona que le profesa un amor infatigable a su tierra y sus gentes.

En este sentido, este reconocimiento que recibe no solo es justo, sino que Cieza debería hacerle más. Fernando Galindo Tormo, de manera altruista, ha dado más a la localidad de lo que ha recibido. Aunque nosotros sabemos de primera mano que él lo hace porque así lo siente y lo vive.