Ecologistas en Acción denuncia las quemas antiheladas y lleva su reclamación al Parlamento Europeo

La polémica producida “por los problemas de salud” lleva varios años enquistada en Cieza

Javier Gómez

Los ecologistas ciezanos llevan varios años reclamando que cesen las quemas antiheladas que realizan los agricultores de Cieza, porque denuncian que el humo “invade” el municipio y provoca “serios problemas de salud”, subraya José Antonio Herrera, responsable de Ecologistas en Acción en Cieza.

Esta disyuntiva ha dividido a la población ciezana entre los que son partidarios de las quemas y quienes priorizan la salud de los ciezanos y ciezanos. Los primeros alegan que “solo se producen en días puntuales y son necesarias y beneficiosas para la agricultura y la economía local”, destaca un agricultor consultado por esta redacción.

Por otro lado, los ecologistas aseveran que los problemas de salud son importantes para la población en general y para ciertos colectivos como son los niños y enfermos (entre los que destacan los que tienen problemas respiratorios crónicos).

En este sentido, Ecologistas en Acción de la Región Murciana ha remitido esta seamana una queja a la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo por “la permisividad de las autoridades locales ante la quema masiva de balas de paja prensada y velas de parafina que se viene realizando en algunas comarcas de la Región de Murcia como técnica para contrarrestar los efectos de las heladas en algunos cultivos, generalmente de variedades de fruta extratemprana”.

José Antonio Herrera hace especial énfasis al respecto en la zona de la Vega Alta, principalmente en Cieza, “donde los episodios, graves, se vienen sucediendo cíclicamente cuando empiezan a florecer los frutales”.

Según los ecologistas, esta práctica se ha generalizado desde 2014 e incumple normas como la Ley 33/2011, de 4 de octubre, General de Salud Pública; la Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados o la ley 34/2007, de 15 de noviembre, de calidad del aire y protección de la atmósfera.

La asociación ecologista matiza que la quema de pajas y parafina “provoca” la formación de enormes nubes de humo tóxico que envuelven completamente durante horas a las poblaciones cercanas a las explotaciones agrícolas donde se realizan, “disparando  los niveles de contaminación por partículas a valores hasta 20 superiores a los umbrales máximos permitidos, tal como ha quedado registrado por la Red de Vigilancia de la Calidad del Aire de la Comunidad Autónoma en varias ocasiones, a través de sus unidades móviles”. Además, “a estos elevadísimos niveles de partículas, se suma una larga lista de contaminantes que generan estas quemas y que están presentes en el aire que respiran las poblaciones afectadas”.

La organización ecologista recuerda que son varios los informes emitidos por las Direcciones Generales de Salud Pública y Calidad Ambiental donde se advierte del elevado impacto que estas quemas tiene en la calidad del aire, y en los que se demanda acabar con esta práctica para proteger la salud de la población.

Por ello, Herrera denuncia que “los ayuntamientos de las zonas afectadas y la Comunidad Autónoma siguen permitiendo que se realicen estas quemas, a pesar de las recomendaciones de Salud Pública, de la normativa vigente, e incluso a pesar de la reciente resolución conjunta firmada en marzo por hasta cuatro Direcciones Generales de la Comunidad Autónoma y en la que se determina que se trata de prácticas no permitidas y supeditadas al principio general de precaución en salud pública”.

Asimismo, lamenta, que apenas una semana después de la publicación de esta resolución (en marzo de 2019), “se registró otro episodio de contaminación por la quema masiva de parafinas y paja que afectó a los municipios de Cieza, Abarán y Blanca, principalmente, y ante el que las administraciones no actuaron a pesar de la gravedad del mismo”.

Sin embargo, los agricultores discrepan de estas argumentaciones ya que consideran que en el caso de suprimirse estas quemas “perjuicio económico sería muy grande”. Aunque hay explotaciones, principalmente las de mayor extensión, que emplean técnicas modernas para evitar las heladas sin que sea necesario quemar alpacas ni utilizar parafina.

Además, los ayuntamientos se encuentran “manos atadas” al respecto, pues no disponen competencia más allá del casco urbano. En las zonas de huerta la competencia es autonómica y corresponde al Seprona tomar las medidas coercitivas y multar a quienes lo hagan. La legislación autonómica solo permite la quema cuando exista en la zona una plaga vegetal y no para evitar que la flor de los frutales se hiele.

Finalmente, el Consistorio de Cieza, dentro de sus competencias, intenta concienciar a los agricultores mediante campañas de información y concienciación, bandos y con reuniones con las organizaciones agrarias. Además, dentro de las campañas se incluyen los colegios, los institutos, las guarderías, los centros de salud y Hospital de la Vega Lorenzo Guirao.

De todas formas, la denuncia ecologista ha sido enviada al Parlamento Europeo y ahora será Bruselas quien decida al respecto. Mientras tanto la polémica está servida en Cieza otro año más entre los partidarios y los detractores de las quemas.

 

 

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