Ecologistas en Acción muestra su preocupación por la incidencia en la salud de la quemas contra las heladas

La organización ecologista reclama medidas para que no se repitan episodios como el del pasado sábado, en el que Cieza quedó totalmente envuelta en humo procedente de quemas de paja y de parafina durante 8 horas seguidas

Crónicas de Siyâsa/Ecologistas en Acción

Ecologistas en Acción ha expresado su preocupación por el alcance de las quemas de parafina y alpacas paja en la Vega Alta de los últimos días. «Una práctica que, además de mostrarse como ineficaz, sigue provocando densas nubes de humo, disparando los niveles de contaminación durante horas y afectando a miles de personas», denuncian los ecologistas.

La organización ecologista explica que a lo largo del mes de febrero se han registrado ya cuatro episodios de contaminación por estas quemas. «El más grave de todos tuvo lugar el pasado sábado. Ese día los niveles de contaminación por partículas fueron muy elevados durante 8 horas, llegándose a alcanzar picos de contaminación por partículas (PM10) cercanos a los 500 microgramos/m3, diez veces por encima del límite de los 50 microgramos/m3″.

Ecologistas en Acción, que explica que el humo se mete en las viviendas de madrugada, ha mostrado su preocupación de nuevo por la incidencia de estas prácticas para la salud de la población, y recuerdan que la exposición a picos elevados de partículas, como ocurre en estos episodios, tiene consecuencias negativas sobre el sistema respiratorio y cardiovascular. Además de otros efectos provocados por los contaminantes que se generan también, como las partículas, en la combustión de paja y sustancias químicas como la parafina, cada vez más empleadas.

«La polución ha sido más intensa, explican, en núcleos de población como Cieza, o Abarán, que por su ubicación geográfica se ven especialmente afectados en este tipo de quemas. En el caso de Cieza la contaminación se mantuvo muy elevada durante 8 horas seguidas».

Por último, desde la organización ecologista lamentan que desde las administraciones competentes «se siga haciendo oídos sordos a las recomendaciones de las autoridades sanitarias y de control de la calidad del aire sobre lo peligroso de estas prácticas, y que en consecuencia se siga posponiendo la toma de decisiones que permitirían empezar a reconducir esta situación en beneficio de todos».

 

 

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