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En la Magna procesión capitalina intervinieron dieciséis pasos procedentes de ocho municipios de la Región para ser partícipes en un acontecimiento histórico que llenó de arte sacro las calles de Murcia, convirtiendo a las mismas en un museo al aire libre
Crónicas de Siyâsa/Cieza.es
Dieciséis tallas procedentes de Murcia, Santomera, Jumilla, Cieza, Yecla, Lorquí, Cartagena y Caravaca de la Cruz desfilaron este sábado por la tarde en la Magna Procesión del III Congreso de Cofradías y Hermandades, que organizó el Cabildo Superior de Cofradías de Murcia y la Universidad Católica San Antonio (Ucam) bajo el lema ‘Salvados por la Cruz de Cristo’. Este sábado no fue uno más. Marcado en rojo en el calendario desde un tiempo atrás, fue un día especial. Y es que las calles de Murcia fueron escenario de un acontecimiento histórico.
A la hora señalada, y en una soleada tarde, arrancaba de forma oficial la procesión desde la parroquia de San Antolín: Entrada de Jesús en Nazaret (Cofradía de la Esperanza), San Juan (Caridad), Dolores (Dolorosa), Cristo de la Salud (Salud), Angustias (Servitas), Santo Entierro (Sepulcro), Soledad (Perdón), Cruz Triunfante (Resucitado), Cristo del Balcón (Caravaca), Nuestro Padre Jesús (Lorquí), Cristo de la Adoración (Yecla), Santísimo Cristo del Consuelo (Cieza), Cristo de la Vida (Jumilla) y Santo Sepulcro (Santomera).
Miles de personas, entre ellas cientos de ciezanos, se congregaron para presenciar el desfile que recorrió las céntricas calles de la capital murciana. No en vano desfilaban tallas tan veneradas como el Santísimo Cristo del Consuelo, de Cieza, con su llamativo tonelete. Tanto el presidente de la Junta de Hermandades Pasionarias, Joaquín Gómez, como el alcalde de la ciudad, Pascual Lucas, formaron parte del cortejo, así como representantes de las dieciocho cofradías y hermandades ciezanas, junto a la Banda Municipal de Cieza bajo la dirección de Ginés Martínez Morcillo.