La actividad se abre paso en la localidad pero con restricciones inéditas
Javier Gómez Bueno
Cieza se despereza de forma inusitada tras un amplio letargo. Desde el pasado 11 de mayo se encuentra, al igual que el resto de la Región de Murcia, en la fase 1 de la desecalada y está muy próxima ya la fase 2.
La actividad social y económica ha ido cobrando vida paulatinamente, con excesos y recelos. Los primeros, producto de la flexibilización de las restricciones, han provocado que en ocasiones no se respetará el distanciamiento social, tanto en las prácticas deportivas como en los paseos, aunque sí que se ha respetado en la actividad económica de los comercios y bares que han abierto sus puertas. Los segundos, son el resultado de la incertidumbre provocada por la pandemia del covid-19 en relación al futuro y el aumento de la incidencia del coronavirus en la Región de Murcia, que en una semana ha pasado de 2,28 a 4,15 casos por cada 100.000 habitantes. Así por tanto, Cieza se despereza con restricciones inéditas que solo los más ancianos llegaron a conocer.
Tanto los comercios como el sector hostelero han levantado las persianas extremando las medidas de higiene: capacidad reducida, desinfección constante, uso de mascarillas y distancia entre mesas. Pero con una dinámica muy distinta entre ellos. Los comercios han abierto prácticamente todos, sin embargo no llega ni a la mitad los bares que han decidido continuar su actividad en la fase 1. Según expresan varios hosteleros de Cieza consultados por esta redacción, el motivo apunta en una misma dirección: hay bares pequeños para los que no es rentable abrir con el interior cerrado y un 50% de capacidad en la terraza, incluso hay muchos que no disponen de terraza. Para revertir esta situación será fundamental la campaña municipal ‘Volvemos’, que anuncia ayudas directas a la hostelería por importe de 300.000 euros y una campaña de incentivos al consumo local por valor de 100.000 euros. Estas ayudas se unirán a la suspensión de la tasa municipal por mesas y sillas y la ampliación de las terrazas que ya está en marcha. Por ello, la concejala de Comercio, María Jesús López, que reconoce que la actividad comercial y hostelera “necesita un impulso”, solicita a los ciezanos y ciezanas que “es el momento de apostar por la marca Cieza y, por tanto, consumir en la localidad”.
Por otra parte, la actividad cultural también ha regresado al municipio. El Museo Siyâsa, el Centro de interpretación del Folklore de Cieza y el Museo del Esparto prepararon diversas actividades virtuales y presenciales con motivo del Día Internacional de los Museos el pasado lunes, aunque con mucha cautela.
Además, el mercado semanal que se venía celebrando en Cieza, y que quedó suspendido por la declaración del estado de alarma, retomó su actividad este miércoles bajo estrictos controles de seguridad. Se reinició con los puestos de alimentación y productos de primera necesidad, tal y como indicaron las autoridades competentes.
Una vez finalizadas casi el total de las obras de pavimentación y aceras que se estaban llevando a cabo en la zona del barrio de San José Obrero, el mercado volvió a su emplazamiento habitual, con la novedad de que se desarrolló en un circuito cerrado, de una única dirección, y en el que estuvo controlado continuamente el aforo del mismo. En el punto de acceso hubo un control de temperatura, así como un punto de higiene de manos y de control de aforo. Asimismo, fue necesario acudir con mascarilla y respetar en todo momento las distancias de seguridad marcadas. Estaba prohibido acercarse al puesto y tocar los productos allí expuestos. También se recomendó, en la medida de lo posible, el pago con tarjeta.
María Jesús López, destaca en este sentido que “se ha hecho un esfuerzo importante para que los vendedores ambulantes también puedan retomar en cierta medida su actividad y nuestros ciudadanos puedan disfrutar del mercado, pero vamos a ser muy exigentes con el cumplimiento de las normas establecidas tanto para vendedores como para consumidores, y ante la más mínima duda no vamos a dudar en retroceder si estas normas no se cumplen”.
Por ello, se estableció un dispositivo especial de Guardia Civil, Policía Local, protección civil y funcionarios municipales que controlaron en todo momento que la actividad se desarrollase con total normalidad.
Finalmente, Cieza sigue avanzando en esta “nueva normalidad”. Las familias pueden visitarse, pasear, practicar deporte, realizar sus compras o tomarse unas cañas, pero con restricciones y en un ambiente enrarecido nunca imaginado. De hecho, la Comunidad Autónoma ha solicitado pasar a la fase 2 el próximo lunes pero manteniendo algunas limitaciones de la fase 1. Para continuar la desescalada en Cieza es imprescindible el carácter cívico y solidario de sus habitantes. Solo así se podrá despertar de la pesadilla del covid-19.