El Gobierno local ha calificado la situación de «crítica» y realiza un llamamiento de urgencia a las personas mayores, los jóvenes y las familias para evitar que se retroceda a la Fase 1
Javier Gómez
La situación de los contagios de covid-19 en la localidad es «crítica», así lo ha manifestado Francisco Saorín, concejal de Sanidad, en su comparecencia en rueda prensa conjuntamente con María Jesús López, primera teniente de alcalde y edil de Administración General.
El pasado viernes el Gobierno municipal alertaba de que los casos positivos de coronavirus estaban creciendo vertiginosamente en el municipio desde la semana pasada, alcanzando una incidencia de 210 por cada 100.000 habitantes. Ahora la situación ha empeorado y se han llegado a los 357,3, lo cual hace tener que Cieza deba retroceder a la Fase 1. Además, los dos centros de salud de la localidad se hallan en estado rojo de emergencia, por lo que tienen que atender prioritariamente a los pacientes covid y pueden llegar a colapsarse.
Por el momento se van a implementar una serie de nuevas restricciones y recomendaciones que entrarán en vigor desde hoy mismo y que tendrán una duración, en principio pero prorrogables, de 15 días. Las mismas consisten en el cierre de los parques infantiles; la suspensión de todas las actividades culturales presenciales (hoy ya se han suspendido las actividades del Día Internacional de las Escritoras y del Día Mundial del Cáncer de mama; la reducción de aforo al 40% en los museos, instalaciones deportivas y la biblioteca municipal; el corte de circulación a los vehículos en el Paseo Ribereño de 17:00 a 21:00 para evitar aglomeraciones durante la práctica deportiva; la limitación horaria hasta las 22:00 de las tiendas de conveniencia (aquellas que venden todo tipo de productos); y el cierre de las salas de estudio. También se recomienda que la visita a los difuntos el Día de Todos los Santos se haga de manera escalonada en varios días y que se evite visitarlos el 31 de octubre y el 1 de noviembre. Todo esto en lo que respecta a las competencias municipales.
Asimismo, en relación a las competencias autonómicas, María Jesús López ha matizado que se han mantenidos conversaciones con la Comunidad Autónoma y que se prevé que se limite el aforo de los establecimientos hosteleros al 40% en el interior a partir de mañana, aunque todavía «no lo podemos afirmar hasta que no se refleje en el BORM». En este sentido, la edil ha querido mandar un mensaje de apoyo al sector hostelero que «está soportando unas restricciones que pueden ser duras».
López también ha incidido en la «concienciación colectiva» de la población ciezana para evitar los contagios cumpliendo con las medidas sanitarias e higiénicas vigentes. Asimismo, ha subrayado que las fuerzas de seguridad están «intensificando» la vigilancia para que las normas se cumplan y que se impondrán las sanciones oportunas. «Pero no disponemos de 35.000 policías para que controlen a todos los habitantes. Por tanto, se hace más necesaria que nunca la colaboración ciudadana. Y si alguien es consciente de que se están incumpliendo las normas, les rogamos que avisen a las autoridades», ha recalcado la primera teniente de alcalde.
Por su parte, Saorín ha realizado un ruego encarecido a tres colectivos concretos. A las personas mayores les ha pedido que no salgan de sus casas mientras que no sea para algo indispensable; a los jóvenes les ha solicitado que sean consecuentes y no lleven a cabo ‘botellones’; y a las familias les ha rogado que, «a pesar de las restricciones que estamos teniendo que soportar», las reuniones se limiten estrictamente al ámbito de personas convivientes y no se reúnan varios núcleos familiares aunque sean parientes. El edil ha matizado que, actualmente, la mayoría de los contagios se producen en las reuniones sociales y familiares y en personas comprendidas entre una franja de edad de 26 a 50 años.
Finalmente, con estas medidas se intenta paliar una situación epidemiológica en la localidad antes de que se descontrole por completo y surjan numerosos focos, evitando que Cieza tenga que retroceder a la Fase 1 con el consiguiente lastre económico y social que supondría para todos los habitantes de la localidad.