Por tercer año consecutivo el partido de los CCCiezanos reclama la sombra en los patios y añade que “también deben acordarse medidas eficaces y sostenibles para rebajar la temperatura dentro de las aulas”
Crónicas de Siyâsa/CCCi
Para Ciudadanos Centristas Ciezanos resulta inaceptable que los políticos locales y regionales «se pasen la patata caliente y nadie tome decisiones ejecutivas sobre este tema que afecta a la salud y seguridad de miles de alumnos en nuestra región y a algunos centenares en nuestra ciudad», apostilla desde la formación independiente.
“Indudablemente la consejería de Educación es la que tiene la responsabilidad de velar por la idoneidad de los centros escolares, edificios y patios, pero también los Ayuntamientos pueden hacer más de lo que hacen, el nuestro, desde luego, hace bien poco, mientras otros del mismo signo político sí se implican directamente en la solución del problema”, afirma José Luis Vergara, portavoz de CCCi.
La formación independiente sostiene que Educación debe dotarse de una partida presupuestaria suficiente para comenzar a atajar este grave problema haciendo caso a su propio consejero de Salud, que señaló, con motivo del ‘Día Europeo de la Prevención del Cáncer de Piel’, que la excesiva exposición al sol, sobre todo de los más pequeños, puede conllevar la aparición de melanomas cutáneos “incluso 20 años después”, comprometiéndose a llevar a cabo acciones para aumentar los espacios de sombra en los centros escolares.
“Ya es hora de que se pongan manos a la obra. Antes del inicio del próximo curso escolar, por la fórmula legal que sea, esto debe ser una realidad en los centros más imperiosamente necesitados, como es el caso del aulario de infantil del Grupo Escolar y a partir de 2018 debe hacerse de forma programada para llegar a todos los colegios que se pueda”, indican desde CCCi que se muestra dispuesto a “realizar también un pequeño esfuerzo municipal, de ser necesario para cumplir con la urgencia que esta medida requiere. De ser inteligentes y saber trabajar a futuro deberíamos embarcarnos en el proyecto ‘Ningún colegio sin árboles’, porque siempre que sea posible esa es la mejor solución, por sí sola o acompañada de otras”.
Finalmente, Vergara Giménez, al respecto de las altas temperaturas que alcanzan algunas aulas colegiales entre los meses de mayo y septiembre, se mostró partidario de realizar un estudio pormenorizado “colegio por colegio, pues en algunos casos bastará con una reordenación de los pupitres, mesas y pasillos acompañada de la atemperación de las ventanas, en otros puede solucionarse mediante la instalación de ventiladores de techo a poca velocidad acompañado del rediseño del aula y en otros sí será necesario instalar una climatización eficiente o incluso mejorar los aislamientos de muros y ventanas. Lo que es preciso, en todos los casos, es garantizar una temperatura razonablemente confortable para los alumnos sin renunciar a un uso eficiente y sostenible de la energía y procurando no disparar las emisiones contaminantes; por desgracia el verano cada vez es más largo, no vayamos nosotros a ‘colaborar’ indebidamente con ese alargamiento empobrecedor”.
