Carmen Carrillo Ortega, escultora y escritora

OBITUARIO

Rosa Campos Gómez

In memoriam

En 2017 nos reunimos Carmen y yo en una cafetería de la Gran Vía, hablamos y compartimos libros. Recuerdo, con la emoción con que se mantienen en la memoria les encuentros gratos, aquella mañana. Hablamos sobre su último libro y le pedí que me contara cosas sobre él para publicarlas en ‘Cultura de Notas’. Creo que recordar sus palabras en torno a lo que la llevó a escribir e ilustrar ‘Retablillo para un poeta’ es una manera de acercarnos más a ella.

“Cuando termine 2017 y nos tiremos el espumillón y las uvas a la cara como símbolo de supervivencia, terminará también el año hernandiano, proclamado así por el Congreso de los diputados, y pondré punto final a mi particular periplo con Retablillo para un poeta, modesta, pero sentida obra mía, donde he querido transmitir la vida de Miguel Hernández en el 75 aniversario de su muerte, y poner en el camino hacia su obra a los más pequeños, esos locos bajitos que diría Serrat.

Me pide, amable siempre, Rosa Campos, que cuente mi experiencia, y eso me supone regresar al lejano tiempo de mi adolescencia cuando tras la muerte del dictador, el aire olía a libertad y esperanza.

La voz de Hernández, como la de otros tantos poetas, me llegó desde los cercanos sonidos del Club Atalaya, hoy Ateneo de la Villa, en mi barrio ciezano de entonces y junto al colegio Santo Cristo. Fue por eso que quise iniciar allí mi recorrido, junto a los amigos del club, siempre a la vanguardia y amantes incondicionales del poeta.

Interpretar la propia obra es complicado, solo sabía que tarde o temprano tendría que plasmar lo que siento desde hace lustros por el de Orihuela, bien fuera a través del arte o la literatura.

Hace algunos años conocí los cuentos que Miguel Hernández hizo para su hijo desde la cárcel, en especial El gorrión y el poeta, que dejó inconcluso y que se nutre sin duda del ‘Romance del prisionero’, del viejo romancero.

Que por mayo era, por mayo,

cuando hace la calor,

cuando los trigos encañan

y están los campos en flor;

cuando los enamorados

van a servir al amor.

Sólo yo, triste y cuitado,

vivo en aquesta prisión

sin saber cuándo es de día

ni cuándo las noches son,

sino por una avecilla

que me cantaba al albor.

Matómela un ballestero,

déle Dios mal galardón.

Empecé desde hace mucho a ver a Miguel Hernández como a uno de esos héroes de la historia que canta la poesía épica; como a esos personajes de leyenda que los ciegos llevaban en sus pliegos de cordel ilustrando a cuarterones las escenas de sus vidas. Recordé a Cervantes y su Retablo de las maravillas, o el de Maese Pedro. Y las palabras de Lorca al referirse a don Cristóbal, el muñeco borracho que se enamora de doña Rosita:

(…) El teatro tiene que volver a usted, don Cristóbal. Desde mi niñez lo he querido y cuando sea viejo me reuniré con usted para distraer a los niños que nunca estuvieron en el teatro.

Y de ese pensamiento, a la visualización de los Retablos del Bosco o de Gil de Siloé en la catedral de Burgos y tantos otros desde el estático Románico al abigarrado Barroco. Todo eso fue componiendo una amalgama compleja que pensé condensar y simplificar para exponer a los más jóvenes la vida del poeta.

Retablillo nació en romance, y lo dibujé desposeyéndome del dibujo académico que de normal practico. Ha sido para mí una aventura explorar en este campo lleno de matices, donde la sencillez aparente es solo eso, una aparente sencillez.

He recorrido durante este tiempo varios pueblos y aún habré de estar en Molina y la cercana Calasparra. He conocido a gentes amantes del poeta y vivido experiencias hermosas. De todas ellas guardaré para siempre en mi memoria el día que presenté el libro en Orihuela, su tierra, en la Biblioteca y Archivo de María Moliner, donde el destino quiso que pudiese tener en mis manos un poema inédito escrito desde la cárcel, aun sin catalogar… (indescriptible la emoción y el vértigo que sentí ante el amarillento papel escrito a grafito).

Pese a todo, y a solas conmigo, reconozco haber hecho el libro que cuando era muchacha de pocos años e iba a la biblioteca de Cieza me hubiera gustado encontrar en sus estantes, y que alguien, a las gentes de mi generación, nos decidió prohibir”.

Sinopsis de Retablillo para un Poeta:

Un teatro de guiñol va recorriendo las plazas de los pueblos con sus títeres, hasta llegar a Orihuela. Debajo de una palmera planta su telón y es allí donde la Luna se encuentra con el Niño Yuntero que viene del campo, y le invita a ver pasar desde lo alto la vida del poeta. Los personajes de Miguel, Josefina, Ramón Sijé, el gorrión Pio Pa, con otros como la Guerra van construyendo el relato que desemboca en la muerte, dulcificada con la presencia del gorrión, que termina por liberarlo del presidio. La figura de Pio Pa es importante pues está sacada del cuento ‘El gorrión y el prisionero’, que escribiera y dejara inconcluso Hernández desde la cárcel, y que, a su vez, está inspirado en el ‘Romance del prisionero’, del romancero viejo. La obra tiene un apartado didáctico en el que se muestra cómo hacer un teatrillo de guiñol y sus títeres.

El libro consta de un total de veinte y seis ilustraciones, realizadas con acuarela, su tamaño es de 21x 15, está encuadernado en tapa dura y tiene 60 páginas. Los originales de las ilustraciones están preparados para ser expuestos al mismo tiempo que se presenta el libro, a la vez que se realizará una demostración de títeres, dentro de la parte didáctica.

Algunos datos biográficos:

Carmen Carrillo Ortega (Mula, 1958) se formó como escultora con su padre, Manuel Juan Carrillo Marco, y con don Antonio Fernández, catedrático en dibujo.

Ha participado a lo largo de su carrera artística en numerosas exposiciones tanto individuales como colectivas, entre ellas las realizadas en el Paraninfo de la Universidad de Murcia y en la Real Fábrica de Tabacos, sede de la Universidad de Sevilla. Ha recibido, entre otros, el premio Molino de Plata, obtenido en Valdepeñas, el de la Exposición Nacional de escultura de Almería o el de Valladolid de pequeña escultura.

Su material predilecto para realizar obras de imaginería procesional ha sido la madera, con esculturas que se encuentran en diferentes pueblos de la región y de otras provincias. Destacan la Unción en Betania, para la Hermandad de Los Dormis (Cieza), y la Virgen de la Encarnación, que se encuentra en el Santuario del Niño de Mula. En la primavera de 2019, en el patio del Club Atalaya, y de cara al público, esculpió en terracota Domina sparti, como homenaje a las mujeres del esparto en “dos horas bien aprovechadas”, en palabras de la propia Carmen.

Y Junto a la escultura, la literatura ha sido su otra gran pasión, con preferencia por el teatro, teniendo una buena colección de obras infantiles entre las que se pueden destacar Saturnino el polizón, primer premio en el Certamen de Monteagudo (Murcia) o Silverio y Pandora, premiada por la editorial Barco de Vapor, además, son varias las adaptaciones al teatro que ha realizado de cuentos clásicos como: La cenicienta y Caperucita, y sobre el teatro universal con obras como Yo, Federico, (Miscelánea lorquiana) Medea, de Eurípides, o Las Galas del difunto de Valle, entre otras.

Su creación dramática se caracteriza por su recreación de temas históricos, contando en este sentido con varios títulos: Regina Mater, premiada en San Javier en el Certamen Carmen Conde; Hijas del Mondego, inédita, y que narra la vida de Inés de Castro; Flores sobre la Arena, de las incursiones berberiscas al pueblo de Mazarrón; Crónica y Leyenda de una Invasión Anunciada, que cuenta la historia de la última invasión musulmana en 1477 por Abu-l-Hassan, padre de Boabdil, a la villa de Cieza, donde se ha venido representando desde 1998 diez años consecutivos. Para el aniversario de la muerte de don Miguel de Cervantes, publicó Las burladas bodas de Camacho el rico, una adaptación sobre Las bodas de Camacho, escenificadas en El Bonillo, (Albacete); El cerco de Bezayde, estrenada el 29 de julio de 2016 en la fortaleza de la Mota; y Presagio, que obtuvo el premio de guion teatralizado otorgado por la Fundación Bodas de Isabel de Segura, en Teruel, para ser escenificado en La Partida de Diego, de Los Amantes de Teruel. En 2019 obtuvo el primer premio ex aequo del V Memorial Mariano Camacho con La paz de las damas, concedido por el Club Atalaya-Ateneo de la Villa y la Universidad de Murcia.

Casada con Francisco Martínez Rojas (fallecido en 2020), médico y alcalde de Cieza (2000-03), y madre de Francisco Martínez Carrillo, además de la obra citada, ha publicado artículos en numerosas revistas, siendo miembro fundador del Grupo Literario La Sierpe y el Laúd. Y ha dirigido al grupo Cauce Teatro, diseñando toda su escenografía y vestuario.

Carmen Carrillo Ortega, primera escultora profesional de Cieza y fecunda escritora, acaba de dejarnos, pero nos queda su obra, un valioso legado.