Andrés Villa, Antonio Balsalobre y María Cano, miembros del Club Atalaya, durante el acto de presentación del concierto en el Café Zalacaín de Murcia
Paco Ibáñez y el Club Atalaya celebrarán juntos 50 años de compromiso con la cultura el próximo 24 de junio. Las entradas para el concierto, de aforo limitado, se pueden adquirir a través de la web www.compralaentrada.com al precio de 32 euros
Crónicas de Siyâsa/Club Atalaya
El Club Atalaya albergará, el próximo 24 de junio, el concierto del cantautor Paco Ibañez, una persona implicada con la defensa de los derechos fundamentales y las libertades. «Corría el año 1967 -señalan desde la asociación- cuando Paco Ibáñez irrumpió definitivamente en el mundo de la cultura y el compromiso con la edición en París del segundo de sus discos dedicados a ‘La poesía española de ahora y de siempre’, en el que junto a poemas clásicos de Quevedo y de Góngora, se atrevió a musicalizar versos de otros autores contemporáneos no precisamente afines al régimen franquista. Aquel mismo año 1967, antesala del Mayo del 68, en Cieza, un ‘pueblo sin pretensión’ situado en un cruce de caminos fronterizos entre Murcia, Albacete, Valencia y Granada, unos jóvenes rebeldes tuvieron un sueño de libertad que se hizo realidad en un edificio abandonado que había sido fábrica de esparto y luego pista de bolos, donde, con la complicidad del dueño del local, establecieron un espacio de ocio y cultura al que llamaron Club Juvenil Atalaya, como la montaña emblema del lugar».
Es por ello que se celebrará el concierto, «porque cincuenta años después Paco sigue firme en la defensa de las libertades y en su búsqueda de la belleza a través de la música y la poesía. Y también sigue en pie cinco décadas más tarde el Club Atalaya, que no cesa de alimentar aquella vieja e insaciable utopía libertadora, publicando libros y revistas, organizando conferencias, presentaciones de libros, proyecciones, debates, conciertos, recitales poéticos, representaciones teatrales… porque la cultura sigue siendo un arma cargada de futuro», continúan.
«En esta larga singladura que dura ya diez lustros, a Paco Ibáñez le ha asistido el mérito de ser el más grande embajador cultural que la España peregrina haya tenido. Maestro de maestros ha sabido musicalizar a nuestros poetas clásicos y contemporáneos con una sensibilidad al alcance de pocos. Y como pocos ha sabido acercar la voz de nuestros poetas a la gente. Entretanto, el Club Atalaya supo erigirse en ese espacio colectivo necesario, imprescindible, donde los jóvenes pudieran hacer deporte, bailar al ritmo de la nueva música del mundo, escuchar canciones de cantautores, leer libros prohibidos, ver películas censuradas o representar obras de teatro alternativo. Mucho le debe la poesía a Paco, tanto o más que a los poetas. Y mucho le debe el Club Atalaya a este cantautor cuyas canciones se alzaron en himnos de nuestra educación sentimental. Mucho le debemos a quien tanto nos ha hecho amar la poesía», afirman desde el Club Atalaya.
Asimismo, «tanto Paco como el Club han tenido el digno honor de compartir un estigma que los ha perseguido tenazmente: el de tener ‘mala reputación’ en su ‘pueblo sin pretensión’. Paco Ibáñez y el Club Atalaya celebran juntos 50 años de compromiso con la cultura».
Fuentes de Club expresan o que ha significado para la asociación este cantautor pues «a lo largo de estos 50 años Paco no ha dejado de cantar a los poetas españoles y denunciar las injusticias, lo que le ha valido quedarse fuera de los circuitos del poder. Mientras tanto, en el Club, sin apenas ayuda de nadie en un panorama cultural sombrío y oficialista, hemos escrito de puño y letra algunas páginas luminosas fuera de la hoja de ruta del poder, como han sido la publicación de libros y revistas sobre la memoria local, la organización de fiestas populares, campañas para salvar nuestro patrimonio cultural, proyecciones del Cine Club ‘La Linterna Mágika’, una semana anual de Cine Mágiko que lleva cumplida su 27 edición, un homenaje anual a la II República, actividades diversas para la recuperación de la memoria histórica, y, singularmente, la creación, en nuestro local, del Museo del Esparto, la raíz identitaria por esencia del paisaje y de la historia obrera de Cieza. El próximo 24 de junio convergerán mágica y felizmente estas dos trayectorias subversivas. ¡Ya era hora!»
«Vestido de negro, guitarra en mano, integrado en una bella y sobria escenografía, Paco Ibáñez, la voz de los poetas, el humanista, el republicano errante, el artista comprometido, se subirá al escenario del tantas veces proscrito Club Atalaya, que lleva tanto tiempo esperándolo, para cantarnos canciones de ahora y de siempre. Esa noche de solsticio de verano, sonarán en nuestro patio, envueltas en su voz y su música, las palabras de los más grandes poetas en lengua castellana. Es la mejor forma de demostrar que ‘aún nos queda la palabra y que todavía seguimos ‘galopando’. No te lo pierdas», concluyen desde el Club Atalaya.