Antonio Balsalobre y su cuaderno de Opinión

Resacas

Sábado, 22 de marzo

No fue lo único, hubo más cosas. Pero el pacto exprés del PP valenciano con Vox, tras las elecciones autonómicas, tuvo sin duda gran parte de culpa de que se le esfumara a Feijóo su posterior victoria “cantada”. Mazón se precipitó, fue por libre, puso entre la espada y la pared a su líder asumiendo las políticas de la extrema derecha y acabó jodiéndolo (perdón, fastidiándolo). El gallego sigue sufriendo —los síntomas son evidentes– los efectos de esa resaca. Con el nuevo pacto de Mazón con los de Abascal (tras el fiasco del primero), que le podría marcar el camino a López Miras, el president ausente busca neutralizar las consecuencias de otra resaca, esta de verdad, la del Ventorro, donde comió hasta altas horas de la tarde con una periodista, para luego “desaparecer”, mientras la dana se cobraba vidas y haciendas en su Comunidad. Los populares vuelven a andar descolocados. Y lo que antes fue una tragedia para el PP nacional, ahora está resultando una farsa. A la vista está que no es bueno ni hacer oposición ni gobernar con resaca.

“Judas”

Lunes, 24 de marzo

No exagero si digo que solo la música ya vale el precio de la entrada. Todo lo demás, que es mucho, es un magnífico regalo cinematográfico. No sé si A complete unkown, de James Mangold, es el retrato definitivo del Bob Dylan de los sesenta, aspirante a genio engreído y rebelde, que se negó a ser encasillado en una música, el folk, con la que estaba alcanzando la gloria. Sí me consta que es una película entretenida y magnética. Una película sobre “el poder del cambio”, extrapolable a muchos otros ámbitos de la vida. El disco “La leyenda del tiempo” de Camarón” era devuelto en las tiendas por muchos de sus seguidores, defraudados. Ahora está a la cabeza de los mejores discos españoles de los últimos cincuenta años. Algo parecido le ocurrió a Enrique Morente con su colosal “Omega”. Años antes, y de eso va la película, Bob Dylan fue abucheado y tratado de “Judas” en el Festival Folk de Newport porque se estaba pasando al rock eléctrico. Bien mirado, nadie está libre de “defraudar”.

Huríes

Miércoles, 26 de marzo

En Argelia está prohibido hablar de “la década negra”. Esto es, de la guerra civil que tuvo lugar entre 1992 y 2002 y causó 200.000 muertos. En España, ahora se puede hablar libremente de la nuestra, aunque no se sabe por qué extraña razón en Bachillerato casi siempre la Historia termina antes. Cuesta enfrentarse al pasado, bien lo sabe el escritor Kamel Daoud, a quien su libro “Huríes”, Premio Goncourt 2024, le ha valido la fatua de un imán salafista. De ahí que tenga que vivir exiliado en Francia. La historia que cuenta es impactante. Su lectura, turbadora. Durante esa ominosa década, a Aude, la protagonista, un islamista le cortó la garganta cuando era niña. Se salvó, pero quedó muda. Luego regenta un salón de belleza situado frente a una mezquita controlada por un imán aterrador. Un espacio de rebeldía y resistencia, en realidad, femenino y feminista, contra el integrismo que oprime y mata. Por cierto, las huríes son las vírgenes del paraíso, cuyo mito explota el fanatismo yihadista para inducir a sus combatientes al sacrificio. Y a degollar si es preciso.