Alumnos del IES Diego Tortosa estudian la Ruta de Arqueología Industrial de Cieza

Visitaron los vestigios de las fábricas de conservas de Joaquín Gómez Martínez (‘el Gallego’) y de Guirao Hermanos, el Molino de Teodoro y el de Capdevila

Crónicas de Siyâsa/IES Diego Tortosa

Con motivo del programa educativo ‘Grupos de Desarrollo del Patrimonio’ y el proyecto ‘Guías del Patrimonio Cultural’, que se están llevando a cabo en el IES Diego Tortosa, el jueves pasado 7 de abril los alumnos de 1º de Bachillerato de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) recorrieron los hitos que jalonan el pasado industrial de Cieza, junto a su profesora de Lengua María Parra y sus profesores de Tecnología Rosana Martos y Pascual Santos. Estos proyectos son continuación de los elaborados el curso pasado ‘Leyendo en QR’ y ‘Ruta de Arqueología Industrial de Cieza’, los cuales tienen su propia página web y se han puesto a disposición de la comunidad educativa y del público en general.

La actividad duró toda la mañana y se pudieron visitar los vestigios de las fábricas de conservas de Joaquín Gómez Martínez (‘el Gallego’) y de Guirao Hermanos, con sus dos chimeneas BIC (Bien de Interés Cultural), pertenecientes a dos escuelas arquitectónicas distintas, la murciana y la valenciana. Tras las explicaciones del profesor Pascual Santos, investigador del Patrimonio Industrial, se dirigieron al parque del barrio de Santa Clara, donde el profesor explicó la ingrata labor de las picadoras de esparto, gracias a las huellas de los mazos que existen en las piedras ‘picaeras’ que se pueden ver allí. Cada una con cuatro huellas desgastadas por los golpes de los mazos. Después se dirigieron al Molino de Capdevila y a la fábrica de esparto de ‘el Gallego’, en el Camino del Molino, donde Santos explicó la necesidad del cauce para los molinos y fábricas movidos por fuerza hidráulica.

Concluyeron la jornada visitando el Molino de Teodoro, que les explicó el guía José Antonio Gázquez. Los alumnos vieron el funcionamiento de la completa fábrica de harinas que fue y entendieron como trabajaba el molinero y cómo se ayudaba de las máquinas y elementos que el molino ponía a su disposición para obtener una gama completa de diferentes productos como harina, salvado y sémola que proporcionaban al molino de Cieza un valor añadido. Además, pusieron a prueba su conocimiento etnológico de los diferentes aperos y utensilios que se conservan en el museo.

“Pero esta actividad no acaba aquí, sino que los alumnos realizarán en clase, bajo la batuta de sus profesores y con las fotos obtenidas, juegos de móviles en la plataforma de App Inventor para mostrar a sus compañeros la riqueza del patrimonio ciezano y la importancia de conservarlo y difundirlo, para que se respete y lo puedan disfrutar las generaciones futuras. Esta labor de gamificación se integra dentro de los proyectos antes mencionados y añade motivación y aprendizaje significativo al currículo de las TIC”, destacan fuentes del centro educativo.

 

 

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