Todas las semanas nuestros lectores y lectoras pueden disfrutar de la sección La mirada de Tete Lucas, donde el célebre fotógrafo local lleva a cabo un análisis de las mejores fotografías que ha realizado de la localidad
Tete Lukas
Hubo un tiempo no muy lejano cuando en las calles de Cieza se promocionaban el teatro, la danza, la música, el arte, el folclore… Ahora se hacen juras de bandera públicas y rezos al rosario colectivo para salvar el alma de los pecadores. No se puede ser más rancio.
Al fin y al cabo, son adultos haciendo cosas de adultos, pero las actividades para niños promovidas por el Ayuntamiento de Cieza para esta Feria dan un poco de repelús. Y es que aquellos que se quejan de adoctrinamiento en las aulas cuando se imparten clases de educación sexual (uno de cada cuatro jóvenes no utiliza preservativo y las enfermedades de transición sexual van en aumento), ahora se dedican a enseñar a los niños que disparar a animales en la naturaleza es divertido, y también torturar a un toro hasta la muerte.
Los amigos del Club Atalaya-Ateneo de la Villa en una más que acertada publicación en su muro de Facebook recuerdan lo siguiente: “el Comité de los Derechos del Niño, en su informe de evaluación a España de 2018, incluyó un texto muy claro sobre la participación de menores de 18 años en espectáculos taurinos, subrayando que había que alejarlos de los mismos.
Además, señalamos que el organismo de expertas y expertos de Naciones Unidas incluyó una referencia en el Comentario General nº 26 sobre el ‘Derecho a no sufrir ningún tipo de violencia’, asegurando que los niños deben ser protegidos de todas las formas de violencia física y psicológica y de la exposición a la violencia, como la infligida a los animales. Dichas actividades son una puerta de entrada a trivializar el maltrato animal y normalizar la violencia, incongruentes en una sociedad civilizada.
Son, sin duda, intentos desesperados para adoctrinar a los niños en actividades que cada vez están peor vistas por los jóvenes y cuyos promotores están viendo como poco a poco caen por su propio peso.
La foto que muestro la realicé en el año 2012 durante una de las actuaciones que conformaron la magnífica iniciativa ‘Pasa la gorra’, organizada por la asociación cultural El Creadero Teatro, llenando todas la plazas del pueblo de teatro, música, danza y malabarismo.
Solo miren la cara de felicidad y absoluto disfrute de los niños ante un espectáculo magistral y verdadero. Esto es arte, ver a un toro ahogarse con su sangre no.
Paz, amor y decrecimiento.